El agua enriquecida con hidrógeno transforma el agua regular en un tipo especial que actúa como antioxidante. Esta agua tiene la capacidad de combatir los radicales libres en el cuerpo y reducir los niveles de oxidación.
✓ Importancia del hidrógeno entre los antioxidantes debido a su tamaño: El hidrógeno, cuando se disuelve como gas en el agua, actúa como el antioxidante más eficaz y diminuto encontrado en la naturaleza. Su pequeño tamaño le permite alcanzar áreas inaccesibles para otros antioxidantes, incluyendo las neuronas y el núcleo celular. Es completamente seguro, sin riesgos de sobredosis ni efectos adversos.
Este antioxidante puede llegar hasta el núcleo celular y proteger el ADN de los daños causados por radicales libres.
Además, el hidrógeno es uno de los pocos antioxidantes que puede cruzar la barrera hematoencefálica, proporcionando protección antioxidante al cerebro.
El agua enriquecida con hidrógeno es un antioxidante totalmente seguro, libre de riesgos de sobredosis y sin efectos secundarios adversos.
Esta agua, al ionizarse, se reorganiza en estructuras hexagonales de seis moléculas, lo que facilita su absorción celular en comparación con el agua común, que suele contener de 12 a 14 moléculas.
El agua hexagonal establece un enlace covalente robusto con las moléculas de hidrógeno, permitiendo que las células, al hidratarse, también absorban hidrógeno con propiedades antioxidantes.
✓ Rol del hidrógeno como antioxidante: En 1966, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón reconoció las propiedades saludables del agua ionizada, aprobando dispositivos domésticos para su elaboración.
En 1994, se fundó la Fundación de Aguas Funcionales en Japón para fomentar el consumo de agua ionizada, con el respaldo del mismo Ministerio.
En Japón, el agua rica en hidrógeno se comercializa ampliamente en botellas, cuyas etiquetas destacan su capacidad antioxidante expresada en milivoltios.
La oxidación no ocurre en presencia de agua hidrogenada. Al realizar un experimento, se observa que el hierro inmerso en agua común se oxida, pero no sucede lo mismo cuando está sumergido en agua hidrogenada. Dado que aproximadamente el 70% de nuestro cuerpo es agua, en la que se encuentra el 30% restante, los electrones suministrados por el agua hidrogenada disminuyen la oxidación en nuestro organismo.
✔︎ Comparación entre agua hidrogenada y agua alcalina. Diferencias en el pH: El agua hidrogenada no debe confundirse con el “agua alcalina”. Aunque el agua alcalina, con un pH superior a 8.5 y alta mineralización, puede contribuir a neutralizar ácidos en el cuerpo, no aborda la oxidación, que es la causa subyacente de estos ácidos. Además, los minerales inorgánicos en el agua alcalina pueden ser perjudiciales en exceso a largo plazo.
La OXIDACIÓN es el principal factor detrás de la ACIDIFICACIÓN. Por otro lado, el agua hidrogenada, que actúa como antioxidante, previene la acidificación al combatir la oxidación. Tiene la ventaja de poseer un pH de entre 7 y 7.5, similar al de la sangre, y una baja mineralización, combinando así los beneficios del agua alcalina con los de una agua más ligera y saludable.
✔︎ Relación entre salud, oxidación y antioxidantes: Salud implica un equilibrio entre antioxidantes y oxidación. El estrés oxidativo, resultado de la excesiva actividad de los radicales libres, es un factor clave en el envejecimiento prematuro y en la aparición de muchas enfermedades.
Consumir agua hidrogenada regularmente puede disminuir significativamente la oxidación en el cuerpo, contribuyendo así a mejorar la salud general.
Los radicales libres son moléculas de oxígeno que se han vuelto reactivas después de perder un electrón durante el proceso de conversión de alimento en energía por nuestras células. Estas moléculas intentan estabilizarse robando electrones de otras células, lo que resulta en oxidación. Esta oxidación celular puede llevar a daños celulares, muerte celular, o replicación defectuosa, contribuyendo al envejecimiento prematuro y a diversas enfermedades.
Los radicales libres pueden acumularse en exceso en el cuerpo debido a múltiples factores, incluyendo una dieta pobre, contaminación, estrés, el uso de conservantes y colorantes químicos, el consumo de tabaco y alcohol, efectos secundarios de medicamentos, infecciones, exposición al sol y a otros rayos ultravioletas. Además, con el envejecimiento, producimos menos enzimas antioxidantes, lo que puede aumentar la acumulación de radicales libres.
Los dispositivos hidrogenadores de agua añaden electrones al agua a través del hidrógeno, convirtiéndola en antioxidante. El hidrógeno disuelto en agua es seguro y compone más de la mitad de nuestro cuerpo. Normalmente, el hidrógeno se combina con el oxígeno para formar agua (H2O). Sin embargo, al proporcionar electrones al hidrógeno, este se mantiene en el agua como una molécula separada con carga eléctrica negativa. Los electrones negativos suministrados al agua elevan el potencial antioxidante del agua hidrogenada, medido en milivoltios (mV).
Estos electrones, una vez en el cuerpo, son cedidos a los radicales libres, neutralizándolos efectivamente y mitigando su potencial dañino.
Redefiniendo la hidratación con agua pura y limpia